jueves, noviembre 11, 2010

Capítulo 11.1 - Duelo y depresión

Del libro: Dolor y sufrimiento



Muchas de las conductas normales en un duelo pueden padecer iguales a las manifestaciones de la depresión.
La depresión o melancolía es una forma patológica de duelo y es muy parecida al duelo normal pero con ciertos rasgos propios, los impulsos de enfado hacia la persona querida de manera ambivalente se dirigen hacia dentro de uno mismo.
Muchas depresiones las producen las pérdidas ya sea inmediata, después de la misma o algún tiempo después cuando el paciente las recuerda. La depresión puede servir también como defensa frente al duelo. Si el enfado se dirige hacia sí mismo, se desvía del fallecido y éste evita que el superviviente se tenga que enfrentar a los sentimientos ambivalentes hacia el fallecido.
Aunque la mayoría de las depresiones en el duelo son transitorias y no requiere atención profesional, existe un reconocimiento creciente de que algunas depresiones, especialmente aquellas que persisten durante el primer año de duelo, son clínicamente significativas.
Se ha usado mucha medicación antidepresiva para tratar pacientes graves cuya depresión persistía mucho en el curso del duelo y no se solucionaba espontáneamente o no respondía a intervenciones interpersonales. Estas eran normalmente personas que tenían una historia de depresión o algún otro tipo de trastorno mental. Se encontró mejoras en los trastornos del sueño y la alimentación, así como una mejoría en el estado de ánimo y en la cognición, esta respuesta sugiere una dimensión biológica de la depresión.




DETERMINANTES DEL DUELO




Aunque la experiencia de duelo está relacionada con el nivel evolutivo y las cuestiones conflictivas que la persona están implicadas, los determinantes más importantes parecen estar dentro de las seis categorías siguientes.




1.- Quién era la persona.
2.- La naturaleza del apego.
3.- El tipo de muerte: natural, accidental, suicidio u homicidio.
4.- Los antecedentes históricos, si ha tenido pérdidas anteriores y como se elaboraron dichos duelos.
5.- Es importante conocer la historia de salud mental previa a la persona.
6.- Es frecuente que aquellas personas que han padecido de depresiones anteriores sufran más elaborando el duelo.




Las variables de personalidad, la variable incluye edad y el sexo, la inhibición de sentimientos que tiene como maneja la ansiedad, como afronta las situaciones estresantes. Si son personas muy dependientes o han tenido relaciones tempranas complicadas. Las personas diagnosticadas de ciertos trastornos de personalidad pueden pasar momentos difíciles al manejar las pérdidas, especialmente es cierto esto con las personas con trastorno de personalidad borderline o narcisisticas.




Las variables sociales, la subcultura étnica y social son sólo dos entre muchas, hay formas de enfrentar el duelo en cada cultura y se han de conocer los antecedentes sociales étnicos y religiosos del superviviente.




Otro determinante del duelo es otros tipos de estrés simultáneos, cambios simultáneos y crisis que surgen después de la muerte, incluyendo graves cambios económicos.
Parkes define cuatro fases en el duelo:




1.- Período de insensibilidad que se produce en momentos cercanos a la pérdida, ayuda a desatender el hecho de la pérdida al menos durante un breve período de tiempo.
2.- Fase de anhelo. Se anhela que la persona perdida vuelva y tienda a negar la permanencia de la pérdida. La rabia juega una parte importante en esta fase.
3.- Fase de desorganización y desespero. La persona en duelo encuentra difícil funcionar en su medio.
4.- Fase de conducta reorganizada. Empieza a superar su vida.


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